Otro ejemplo más de que los jugadores pueden despedir a un entrenador cuando quieran.

En la anterior entrada comentaba que el Atlético de Madrid se equivocaba al echar a Javier Aguirre.

Ayer, ganaron 0-3 en campo del Recreativo de Huelva con Abel Resino en el banquillo.

Hoy, me reafirmo más aún si cabe: El Atlético de Madrid se equivocó al despedir a Javier Aguirre.

Lo que ocurre es que nos encontramos ante una nueva demostración de que los jugadores son los dueños y señores de este deporte. Cuando juegan con ganas Agüero, Forlan, Maxi, Simano, Maniche, lo normal es que ganen al 80 % de los equipos de la primera división española. Ahora bien, cuando un entrenador se le atraviesa, por la razón que sea, les hace correr mucho en los entrenamientos, hace mil alineaciones y tiene a todos descontentos, les pone en evidencia en ruedas de prensa, o simplemente pierden la fé en él, el mister tiene las horas contadas en el equipo.

Con esta primera demostración, se demuestra, valga la redundancia, otra cosa: a los jugadores se la trae al pairo el equipo, ya que son capaces de no jugar al 100 % cada partido y encadenar 3 o 4 derrotas consecutivas, con tal de que echen al entrenador. Y laa afición? que les jodan, ellos van a lo suyo.

Estamos ante unos niñatos malcriados en el 90 % de los casos, que tienen la vida resuelta por el mero hecho de saber dar patadas a un balón. La pena es que la mayoría no sabe lo que es un libro, ni como se usa, ni mucho menos lo que es acabar el bachillerato, ya ni hablamos de una utópica carrera universitaria. Si, señores, las universidades son para algo más que para dar charlas.

Por supuesto que hay excepciones, y a éstas se las intuye. El saber estar en el campo de Butragueño, los buenos modales de Sánchis, extrapolando al baloncesto, los modales de Corbalan .... Al lado contrario, el no saber hablar de Fran Vázquez, las salidas de tono de Robinho, el incalificable Güiza, las firmas de Chendo que apuesto que son una X o su huella dactilar.

En fin, que los jugadores son los dueños del cotarro, por lo que intuyo que este deporte no anda en muy buenas manos. Lo peor es que los dirigentes con exfutbolistas....