lunes, 2 de febrero de 2009

Del Egoismo en la NBA.

Ayer volvió a ocurrir, aunque ya se veía venir desde hace algún tiempo.

Chris Bosh, ala-pivot de los Toronto Raptors, ha vuelto a rajar, esta vez para decir que en cuanto se le acabe el contrato en 2010 no renovará y buscará otro destino.

Cuando hablamos de Bosh, lo hacemos del número 4 del excepcional Draft del año 2003, del que han salido ni más ni menos que estrellas como Lebron James, Carmenlo Anthony o Dwane Wade u otros de menos entidad como Chris Kaman, Kyle Korver, Hinrich, Delfino, T.J. Ford o Jason Kapono.

Bosh es un tipo de 24 años procedente de la Universidad de Georgia Tech y que promedia casi 20 puntos y 9 rebotes por noche desde que llegó a la liga, este año ronda los 24 puntos y 10 rebotes.

Un jugador muy atractivo de ver jugar, zurdo, atlético y bastante rápido, lo que le hacen un jugador difícil de defender.

Hasta aquí todo perfecto, cualquiera que vea sus estadísticas y sus mates en los resúmenes dirá: "¡que pedazo de jugador!" Pero estamos ante el jugador NBA que a mi parecer más egoista es, sin parecerlo en absoluto. Lleva los dos últimos años dedicados a sus "números", no le importa hacer, como así ha hecho este año partidos en los que se tira más de 20 tiros con un porcentaje de acierto bajísimo, con tal de llegar a sus 20 puntos de media.

Le hemos visto, sobretodo en los últimos partidos dirigidos por Sam Mitchell, tras un mal día suyo y del equipo en general, no acudir al "corro" que forman los jugadores en los tiempos muertos; le hemos leido declaraciones en prensa criticando a jugadores por no pasarle la bola en los momento claves o por fallar tiros fáciles. Lo mismo no se ha puesto a pensar que sus compañeros andan bastantes frios porque sólo pueden tirar 3 o 4 tiros en el partido, el resto son de Bosh.

Mis mayores críticas hacia Sam Mitchell no eran por no sacar más tiempo a Calderon, que también, simo por diseñar un sistema tan predecible: sube la bola Calderón, recibe el bloqueo directo de Bosch, para tras superar el bloqueo buscar un pick and roll con Bosh, quien se la jugará de 4 o 5 metros o penetrará a canasta sin doblar ni una vez el balón, sin más ojos que los que tiene puestos en el aro rival.

Así cualquier jugador con un mínimo de calidad hace 20 puntos por noche.

Lo que me extraña de este tio es que todo el mundo le tilda de persona muy inteligente. Por lo que no me extrañaría en absoluto que se esté dedicando a buscar su salida de la franquicia hacia otro equipo (suena New York o su regreso Texas jugando para Dallas Mavericks junto a Dirk) principalmente para coincidir en el futuro con otros jugadores de sus mismo Draft, que acaban contrato el mismo año, para buscar ganar un anillo de la NBA, anillo que nos guste o no, a priori nunca ganará en Toronto.

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